Frases Celebres

lunes, 7 de noviembre de 2011

el-secreto-de-los-frutos-de-nuestro-esfuerzo

Dice una antigua máxima bíblica: "Por sus frutos os conocereis".

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces.

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?

Así también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos.

El árbol sano no puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos.

Todo árbol que no lleva buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Así que, por sus frutos los conoceréis.

Los frutos de nuestro esfuerzo desde la perspectiva de la Luz, el principio y el final de cada acontecimiento tienen lugar en el mismo instante.

También lo hemos aprendido desde pequeños. Cada detalle del árbol maduro existe dentro de su semilla. ¿Recuerdas cuando tu Papá, Mamá o la Miss en el kinder te enseñaron cómo salían plantitas completas de cada semilla de frijol o garbanzo o maíz que ponías entre algodones húmedos en un frasquito transparente limpio de comida de bebé? En unos cuántos días la plantita ya había nacido y empezado a crecer. Unas semanas después la planta ya no cabía en el pequeño frasco y había que trasplantarla a tierra fértil para seguir creciendo.

Sin embargo, para nosotros el resultado final de una acción es misterioso, en el momento en que la emprendemos, y la forma en que comienzan las cosas puede ser muy distinta de cómo terminan. Aunque conozcamos la receta y aseguremos el éxito al 100%.

Es sencillo de entender: Algunas veces todas las semillas germinan y esto acaba teniendo un buen resultado, pero a menudo incluso un inicio muy positivo, con la mejor semilla, sol y humedad pueden llevar a una conclusión negativa y las semillitas se ceban y ya no sirven. De niño nunca pude hacer germinar las semillas que guardaba de cada paleta de guanábana o tamarindo que me comía. Y lo intenté e intenté. Hasta que alguien me enseñó el secreto para hacerlo... Hoy he seguido con mis experimentos. He logrado germinar huesos de mamey y de aguacate. No soy Ingeniero Agrónomo pero me ayuda YouTube, je je je.

Otras veces, empezamos acelerados con un objetivo concreto y el camino hacia éste nos lleva a un resultado totalmente distinto. Vamos, ésto ocurre a tantos y tantos niveles que siempre me sorprendo. El fenómeno de las vocaciones equivocadas se sigue dando tanto que me pregunto ¿Qué pasa? ¿Es la economía? ¿Es la pura necesidad? o simplemente que en un momento de decisión de nuestras vidas, como puede ser el elegir una carrera profesional, optamos por la más cómoda, la de moda, la que nos recomendó la psicóloga, nuestro padre o madre "que siempre quieren lo mejor para nosotros", nuestro mejor amigo o amiga y los otras personas que nos quieren ayudar pero que en el fondo no son mas que ladrones o espantadores de sueños.

Conozco a médicos que han terminado de taxistas y a personas sin educación formal que son grandes directivos de empresa. Una vez conversé en La Habana allá en el ´88 con un Doctor en Física Nuclear convertido en Guia de Turistas Multilingue y una Arqueóloga recepcionista.

Todos hemos oído hablar de Albert Einstein que reprobó matemáticas de niño o del recien fallecido Steve Jobs que no estudió mas que un par de semestres de universidad, al igual que otro genio como Michael Dell. 

Einstein se convirtió en un gran genio y premio nobel. Jobs en multimillonario antes de cumplir los 30 años. Dell estableció el paradigma del armado personalizado de las PCs. Y así con este mundo cambiante podemos contarte muchas historias que te sorprenderían.  

Así que no es suficiente que el inicio, la semilla de un proyecto sea buena. Aun con el mejor inicio, la mejor agua, fertilizantes y cuidados no hay certeza de cuál será el resultado, pues la distancia entre el inicio y el final puede ser mucho mayor de lo que imaginamos.

Sin contar que si no sabes sembrar una semilla sofisticada o compleja, que las hay, no lograrás nada y esperarás, esperarás, esperarás como yo esperé, esperé y esperé.

Desde Mendel y en el pasado muchos agricultores no han sabido desarrollar la paciencia de sembrar desde la semilla, por lo que han investigado y creado otros métodos para multiplicar más rápido las plantas. 

Pronto se descubrieron la genética de las plantas, los esquejes, los injertos y hoy en día la micropropagación  in vitro, la clonación y los tan controvertidos materiales transgénicos. Creced la siembra y multiplicadla.

De la misma forma nuestro trabajo espiritual consiste en mantener nuestra fuerza hasta el final de todos nuestros proyectos. Y hasta el final significa, como ya lo hemos dicho mucho: No Claudicar. Y por si no lo recuerdas ve y lee de nuevo el famoso poema de Rudyard Kipling del que ya hablé aquí antes y que mi querido Pa me enseño de niño.

Esto no es de ninguna forma fácil. Como ya lo hemos discutido, la Luz ve la causa y el efecto en el mismo instante, pero nosotros con frecuencia avanzamos en el camino que hemos escogido sin una visión clara de adónde nos llevará.

Decía el inolvidable Zig Ziglar en "Nos Vemos en La Cumbre" (See you on top): "El mejor arquero se convierte en el peor si le tapan los ojos". No podrás atinarle al centro de la diana y dar en el blanco si no empiezas por apuntarle bien. Y miren que este libro lo leí hace muchos años, de hecho tengo todavía la primera edición en español que se hizo.

"Tu puedes. Tu siempre puedes". Yo se los digo a mis pequeños hijos y sobrinos siempre y te lo digo aquí a TI también. Y este tiene que convertirse en tu mantra personal. Cuando queramos podemos conectarnos con una energía de certeza y coraje que nos da poder para superar este y cualquier desafío en nuestras vidas.

Con esta misma energía divina podemos mantener nuestras valiosas intenciones hasta la finalización de todo lo que hacemos; podemos obtener el poder Divino de unir “el final con el principio”, pues sabremos que la negatividad no transformará ni corromperá nuestros proyectos. Y esto empieza con tu deseo ardiente, certero y coherente de que nada ni nadie te desviará de tu objetivo. Y de ésto sabes de sobra. Sea este el que sea. Mientras sea para tu bien y no dañe a nadie en su ejecución.

El poder convertir tus sueños mas atrevidos en realidad es un regalo realmente maravilloso y una gran oportunidad; y además viene con una lección igualmente importante. 

El progreso a lo largo de nuestro camino espiritual requiere de consistencia y compromiso hasta el final.

Somos seres divinos viviendo experiencias mortales. Y debemos recordar siempre nuestra parte divina y espiritual, a la que le debemos respeto y a la que hemos prometido cumplir desde antes de nacer con la gran misión que de allá arriba nos han encomendado. Cada uno tenemos una misión, no sólo material sino espiritual también en ésta vida.
 
A menudo, nos volvemos autocomplacientes en nuestra espiritualidad, lo cual puede tener consecuencias altamente destructivas. No es momento para relajarnos en nuestro desarrollo espiritual, para “dormirnos en el trabajo” o sentarnos en nuestros laureles. 

Cada vez que derribemos nuestras barreras autoimpuestas (pereza, duda, inseguridad, odio, apatía) obtendremos el poder para poner esta sabiduría en acción. La acción que técnicamente empieza en el pensamiento siempre vence a la reacción e inicia el proceso creativo.

Tu empieza a pensar en los frutos de tus esfuerzos y recuerda que los mecanismos se inician con este primer esfuerzo. Es la primera gota la que iniciará la tormenta. Es el primer empujón el que importa. Tu puedes sin duda generar una gran avalancha con una pequeña bola de nieve. Eres tú el que sacudirá el manzano y recogerá los frutos. Decidete y al final tendrás lo que estás tanto esperando.

Paz y Bienestar y Todo lo mejor.

Hiram B.C.