Dice Yehuda Berg, mi maestro de Kabalah que si una persona reza y es la misma persona después, es como si no hubiese rezado en lo absoluto. Porque el propósito de las oraciones es la transformación, no la alabanza. Y estoy completamente de acuerdo con ello.
Se puede decir que lo mismo ocurre con las acciones espirituales. Si quieres conectar con los milagros que éstas acciones están destinadas a atraer, entonces revisa y observa si eres diferente después que las realizas.
Eso es todo. Piensa, pide y actúa en congruencia con ello.
Paz y bien.